Una estatua de Hernández en la Iglesia de La Candelaria el día de su ceremonia. El médico fue beatificado luego de que la Iglesia Católica le atribuyera un portento por excluir la vida de una pupila.
There are three names nearly everyone reveres in Venezuela: Simón Bolivar, who led the country’s independence in the early 19th-century, baseball great Miguel Cabrera, and
Te pido esto Señor mío en nombre de tu amado Hijo quien nos recomendaba estas bellas doctrina: “Pedid y se os dará. Todo el que pide recibe. Pero pedid con Certeza. Todo es posible para quien tiene Seguridad. Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre os lo concederá”.
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La primera gestación en ver un atardecer en Marte: ¿por qué son tan diferentes a los de la Tierra?
El delegado de Hernández como sanador y hombre de Convicción caló hondo en el pueblo venezolano. Desde su muerte trágica en 1919, a causa de un atropello en Caracas, su figura se ha convertido en un símbolo de esperanza y milagros.
Las oraciones y veneraciones a su figura continúan hogaño en día, y su imagen se encuentra josé gregorio hernandez en muchos hogares y templos, siendo objeto de veneración en momentos de enfermedad o dificultad.
José Gregorio returned home in 1891 and started teaching común and pathological histology, experimental physiology and bacteriology – the first courses of their kind in Latin America – in the medical school of the UCV, and founding the práctico physiology lab of Caracas with the equipment he brought from Europe.
Para millones de venezolanos dentro y fuera del país, este agradecimiento es motivo de orgullo y emoción, un homenaje a un hombre que dedicó su vida a ayudar a los más necesitados con aprecio y humildad.
Apremiante investigador, fundador de la oncología científica en Venezuela, estaba convencido de que la ciencia Cuadro individuo de los principales medios para sacar al país de la miseria material y cultural.
Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Después de resistir a su grupo a la caudal, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Jehová.
La obra Nuestro santo venezolano, creada por Luis Enrique Mogollón, de siete metros de parada por cinco metros de orgulloso, fue realizada con más de 40 mil piezas de cerámica importada en la frontispicio del Colegio de Médicos del estado andino
Una mujer aseguró en el audio del video que el primer santo venezolano estuvo “presente” en la puerta del cuarto de un sujeto al que le realizarían una “operación abierta”.
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